- ½ conejo a trozos (también lo puedes hacer con pollo).
- 8 dientes de ajo, grandes.
- 1 vaso de vino blanco o rosado.
- Una hojita de laurel.
- Aceite de oliva.
- Sal.
- Pimienta.
PREPARACIÓN:
Primero, limpias, el conejo, lo salpimientas y reservas. Luego, coges, los dientes de ajos y a cada uno, le das un golpe, con el cuchillo, encima de ellos, para que sea más fácil, pelarlos, se rompan un poquito y al freírlos, suelte la sustancia. Reservas.
Luego, en una cazuela, pones, aceite de oliva, cubriendo, toda la base (2 o 3 cucharadas, depende del diámetro, de la cazuela), enciendes el fuego, cuando esté caliente, lo bajas, al mínimo y colocas los ajos, los cocinas, por todos lados, hasta que estén doraditos (5 a 6 minutos, más o menos), cuidando de que no se quemen.
Después, los retiras y reservas, para luego. Seguidamente, en el mismo aceite, subes el fuego, y sofríes el conejo, lo dejas que se cocine, sin tapar, a fuego medio, durante, unos 15 minutos, hasta que esté, bien dorado, por todos lados.
Pasados estos, le añades, el vaso de vino, revuelves y cocinas sin tapar, durante 5 minutos, para que se evapore, el alcohol. Luego, le añades, la hojita de laurel, los ajos y sigues cocinando, a fuego lento (mínimo), durante 30 minutos, tapado, hasta que reduzca la salsa, revolviendo y dándole la vuelta, al conejo, de vez en cuando, 5 minutos antes lo pruebas de sal, verás que se ha formado, una salsita espesa, muy rica.
Después, apagas el fuego y lo puedes acompañar, con una rica ensalada, con arroz blanco, puré de patatas (papas) o con lo que tú, prefieras. ¡Espero que disfrutes, tanto como yo!!!
Com.
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